
Primer argumento de la defensa, a mi cliente se le acusa de falta de ‘objetividad’, pues yo le pregunto al auditorio (quienes me estén leyendo) ¿Qué escrito puede declararse 100% objetivo? Ni la mejor noticia podría hacerlo sin caer en falacia, la objetividad al igual que la verdad son conceptos muy amplios y complejos que huyen hasta del más diestro periodista.
Segundo argumento, se imputa a mi defendido de carecer de hechos y pruebas, cosa que me imputa porque hay columnas de opinión más fiables y cargadas de evidencias que muchas noticias, además si lo único que queremos es saber qué, quién, cómo, cuándo, dónde y porqué ya sabemos que leer, mientras que en la columna de opinión se puede encontrar una mirada crítica de alguien con quien quizá nos identifiquemos o con el cual discutimos y que no se limita a un hecho sino que tiene en cuenta el contexto, hace memoria e incluso se arriesga a hacer predicciones futuristas.
Para culminar, pido que pasen al estrado el profesor Alfredo Molano, Carolina Sanín, Daniel Coronel, Daniel Samper Ospina, Daniel Samper Pizano, Florence Thomas, Héctor Abad Faciolince, William Ospina y otros grandes exponentes de esta línea.
Concluyo mi apelación su señoría y señores del Jurado (quienes me están leyendo aún) diciendo: ¡LARGA VIDA A LA COLUMNA DE OPINIÓN!
La defensa descansa.
Por: Tania Medina S.
http://huncimi.blogspot.com
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