Por: Marinela Murcia Barrios
Docente de tecnología e informática
Son chicos que como muchos otros escolares, pasan más de 4 horas diarias frente a un televisor, escuchan radio enamorados de la música, navegan en Internet para jugar, chatear y conocer lo que está de moda. Muchos carecen de hábito lector, la prensa está lejos de sus intereses porque la consideran para adultos y a la hora de comunicarse por escrito prefieren usar iconos, dibujos y símbolos. El diagnóstico poco alentador lo percibimos los docentes al encontrar estudiantes con escasa conciencia de su realidad, refugiados en explicaciones parcializadas y copiadas de los medios de comunicación, apáticos a la crítica, a discusiones de tipo político o con propuestas comunicativas asociadas con el espectáculo, la moda, el entretenimiento y el consumo.
¿A quien echarle la culpa? ¿A los medios masivos de comunicación por no cumplir con la función social que les asiste? ¿A la sociedad por no exigir el derecho a una información que propicie la crítica y la participación? ¿Al estado por no controlar los contenidos mediáticos y la forma de presentarlos? ¿A la familia o a la escuela por no orientar los procesos comunicativos mediáticos para evitar que éstos se conviertan en fuente de riqueza, poder y dominación? Reconociendo que como sociedad civil debemos exigir a los diversos agentes sociales asumir el rol formativo desde las propias lógicas de la información, que la escuela no es la única fuente de conocimiento para los estudiantes de hoy y que la educación es también comunicación porque estamos en una sociedad que se nutre fundamentalmente de mensajes; germina en el 2006 una propuesta desde el área de tecnología e informática relacionada con la apropiación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación: la radio escolar.
Con la idea de dinamizar los espacios lúdicos, muchas emisoras escolares, entendidas éstas como la emisión interna que se hace mediante amplificación a la hora de recreo, limitan su función a programar la música de preferencia de los jóvenes, generalmente grandes ruidos, creando así la inconformidad de maestros y directivos. Para la radio, la música cumple una función específica si es fruto de una armonía entre la palabra, los efectos y el silencio en un contexto y contenido específico, permitiendo con ello crear imágenes auditivas capaces de contar una historia o comunicar mensajes, sentimientos y emociones. En las instituciones educativas, estudiantes, profesores, padres de familia, todos hacemos uso de la radio así sea con intereses diferentes, es la oportunidad para encontrarnos y poner al servicio de la pedagogía todos estos conocimientos y experiencias heterogéneas para producir los cambios sociales desde la diferencia.
La radio en la escuela es una alternativa atractiva y actual que posibilita instrumentar la interacción y participación real de los actores educativos al configurar un modelo comunicativo local basado en espacios de interacción, diálogo, participación y construcción de propuestas de todos los agentes educativos, para asistir a los procesos globales con mayor conciencia. Las actividades radiofónicas despiertan el interés de los estudiantes por la posibilidad de sobresalir, de ser públicos, al mismo tiempo que configuran aprendizajes y desarrollan competencias comunicativas fundamentales de hablar, leer, escuchar y escribir.
La radio escolar en la Institución Promoción Social debe constituirse en una estrategia pedagógica transversal a todas las áreas. De hecho, desde hace 3 años se viene teniendo el apoyo de entidades como Radios Ciudadanas, Universidad Cooperativa y ahora la Universidad Surcolombiana, quien nos brinda la asesoría y la capacitación mediante la práctica profesional que desarrollan estudiantes del programa de Comunicación Social y periodismo. A nivel local, nos hemos constituido como colectivo de producción de Radios Ciudadanas y contamos con un espacio radial todos los miercoles a las 5:30 p.m. en la emisora Cultural Stereo 95.3 F.M. Allí los estudiantes de 5 a 11 socializan con la comunidad neivana sus ideas acerca de la problemática social y educativa. Este trabajo ha permitido motivar a miembros de otros proyectos escolares para llevar sus producciones radiales a la metodología de Radios Ciudadanas. Ejemplo de ello es la vinculación reciente de Zona Alterna de la Institución Educativa INEM y la Radiola Juvenil.com que enlaza radios escolares del departamento del Huila. Por otro lado, desde la óptica interna hemos podido concertar la parrilla de programación de la Emisora Escolar “JUVENTUD EN SINTONIA”, en la Sede Colombo-Andino, con el desafío de poder contribuir a la consolidación de la misma en la Sede Principal y Contraloría.
Como integrante y gestora de esta propuesta en la Institución, debo confesar que es complaciente saber que esta experiencia ha permitido a muchos jóvenes y niños otra mirada en su proyecto de vida. La radio escolar les da la posibilidad de imaginar, de ser protagonistas de sus propios mensajes y de estar representados en un medio que generalmente los desconoce como seres capaces de discernir. Sin embargo, esto no es posible sin maestros, directivos, practicantes, colaboradores institucionales y asesores universitarios “cómplices”, además de aquellos estudiantes decididos a otorgarse nuevas responsabilidades. Ellos, en medio de la adversidad luchan por construir procesos sociales desde el anonimato; es muy difícil, sobre todo en la escuela donde hay escasos recursos económicos para dotación, una organización un poco rígida de las actividades y de la reducida participación de sus docentes y padres de familia en esta actividad. Sin embargo, sea esta la oportunidad para invitar a todos aquellos miembros de la comunidad de nuestra Institución Promoción Social para encontrarnos en la radio escolar y así construir el país que soñamos. ¡Anímate a participar!
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