Políticas nefastas desde es pedestal parecen reinar en Neiva, así se evidencia con el absurdo Decreto 010 de 2011 expedido por la Alcaldía de la capital huilense en cabeza de Héctor Aníbal Ramírez Escobar, que prohíbe transitar en moto después de las 8Pm y movilizarse con parrilleros en sectores importantes de la ciudad como la avenida la Toma, Circunvalar y otras por donde a diario pasan motociclistas acompañados que lejos de ir a poner bombas o a matar, se dirigen a sus honestas labores diarias.
Es un tipo de política que fuera de estar aterrizadas, parece más bien desconocer el contexto social de movilidad en la ciudad. Para nadie es un secreto que la moto en la ciudad es un transporte indispensable para las familias, utilizado por estudiantes que salen de sus clases nocturnas, padres que recogen a sus hijos, esposos que se movilizan con sus mujeres y así un gran número de personas acuden a este medio, indispensable para sus actividades diarias. Las restricciones adoptadas por la Alcaldía violan el derecho a una libre movilidad un número importante de población que se desplaza en estos vehículos, ya que no pueden transitar en ciertos espacios, argumentado una medida de seguridad más el comercio que para los opitas. Pero está lejos de atacar los altos indicen de violencia y terrorismo, incrementa un problema social y multiplica el inconformismo ciudadano, pues ataca directamente al 80 % de la población de la ciudad que se encuentra en estratos uno y tres. Es decir que afecta a un medio que quizás es el único y eficaz para trasportase, puesto el incremento del valor de uso y la mala prestación del servicio público.
Si bien se reconoce que actos delictivos se comentes desde ese tipo de vehículo, es un tema que se arregla con control y no con prohibiciones, ya que las motos para dichos actos delincuencias se conocen y sin embargo se ven transitar. De igual forma no es una decisión sensata, pues las motos utilizadas con el fin nombrado son de determinada categoría, para nadie es un secreto que una motocicleta C-90 que abunda en la ciudad no es eficaz para cometer ese tipo de actos, además menos si a simple vista se nota que el parrillero es su hijo, su madre o esposa. De igual si de cometer un acto delincuencial se trata, se ha visto que estos se hacen a pie, utilizando habitantes de la calle, en cicla e incluso los explosivos se trasporta, y por lo regular se montan en carros, que gozan de libre circulación y poco son objeto de control, así se evidencia cuando hay atentados.
La violencia en la ciudad es un problema social que viendo la forma no se ataca de porque éste es de fondo, es de pobreza, de hambre, de falta de trabajo y de corrupción desde los mismo órganos administrativos. Así que se debe pensar en políticas que no afecten al ciudadano y realmente contribuyan a mejor la situación problema, políticas que no sean pensadas desde un pedestal, ya que alcalde y las pocas familias prestantes de la ciudad no se ven afectados con este tipo de decretos.
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