La escritura deja correr las palabras, las palabras son grafías de pensamientos, el poder pensar sobre la palabra es entonces el poder pensar sobre pensamientos. Con la escritura aparece entonces la idea de sabernos pensantes, el poder reflexionar sobre nuestros pensamientos y sobre los pensamientos de otros.
La alfabetización (la lectura y la escritura) es la capacidad de dominar, manejar el lenguaje, y es considerado un medio de comunicación. La escritura se convierte en una herramienta de poder, que en un principio, como siempre pasa, va a estar en manos del poder político y del religioso. La lectura es su fundamento y su base más fuerte, la que la sostiene, leyendo aprendemos, nos capacitamos y escribimos, expresamos nuestras ideas, plasmamos nuestros pensamientos e ideales en el papel, dejamos huella… es necesario formarnos como lectores asiduos y competentes de todo tipo de textos, debemos fomentar la cultura escrita como un todo completo, aprovechar lo realmente maravilloso que nos pueda ofrecer la internet, conducir a hacer de los niños, niñas y jóvenes lectores constantes y responsables consigo mismos y seguidamente con su sociedad.
¿Por qué entonces desechamos las bibliotecas ambulantes, bibliotecas barriales, bibliotecas populares, por unos bafles de 15 cm, una pantalla de 17”, un teclado y un mouse?, se han perdido el valor de estas en los jóvenes, pues con la llegada de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) que se ofrecen atractivas y hacen que la lectura sea un hobby aburrido, incapaz de brindarles la adrenalina que les puede ofrecer un videojuego y la internet, ¿acaso estar en la “web” todo el tiempo nos hace más maduros y pensantes, porqué mejor no aprovechar la internet para consultas realmente productivas?, sencillo, por que el consumismo no nos ofrece mas y nos tiene ciegos a la “moda” ¡y si no lo estamos no valemos nada!.
Sumado a esto tenemos a un gobierno que no se preocupa por la educación de sus ciudadanos, por crear espacios lúdicos que combinen la lectura con una acción que brinde alegría o algo fuera de lo normal al leer, pues solo compramos armas para la guerra, solo invertimos en guerra, en esta guerra que nos envuelve cada vez mas y por la que pagan justos,
¿Por qué mejor no armamos una guerra de palabras, pero de palabras argumentadas y fuertemente consolidadas, por qué no somos capaces de razonar, tolerar las ideas de los demás, respetar y conciliar haciendo uso de ese dúo perfecto: la lectura y la escritura?