Argumentar significa más que defender una idea u opinión. Ha sido una herramienta de desarrollo social importante. Se utiliza para exponer los pensamientos personales, justificar los comportamientos, persuadir a los demás, influir en su forma de actuar y/o tomar decisiones. De hecho la historia política y judicial se ha desarrollado gracias a la importancia de la argumentación.
En Colombia, al parecer, la historia política se ha desarrollado, más no ha progresado, teniendo como premisa que progresar es avanzar, mejorar, hacer adelantos en alguna materia.
Los debates (si es que se pueden denominar así) entre gobierno y oposición son cada vez más agrios y de mayor calibre. Es tanta la influencia de la demagogia presidencial a través de sus argumentos en los medios masivos de in-comunicación nacional (que tienen mucha forma pero poco peso) que la oposición está totalmente deslegitimada ante la opinión.
Bastante curioso el hecho de que una de las acérrimas defensoras del partido de la U, el partido de todos, la senadora Gina Parodi renunciara a su cargo repentinamente argumentando en El Radar, programa nocturno del canal Caracol, que se retiraba porque ella “no concebía estar en un partido donde se había perdido el norte, donde los niveles de intolerancia hacia la diferencia eran desbordantes, que admitía que al partido al que había apoyado y por el que había luchado, estaba tomando otros rumbos y que ella, que defendió la seguridad democrática, sabía que se estaban haciendo cosas distintas de las que se habían pensado en los inicios y que por esos motivos, se retiraba, porque no podía seguir al lado de algo que desconocía ” ¿qué intereses habría detrás? Desconocidos. Pero es evidente que esta reacción es síntoma de un malestar generalizado. Sin embargo, frente a esto se presentó un momento de silencio casi que solemne por parte de los dirigentes del cuestionado partido ante la renuncia de la ex - senadora. El silencio otorga.
Si los actos deben ser el complemento de las palabras, ¿Dónde queda la ética del mandatario ante pruebas que lo incriminan con el paramilitarismo y la mafia?¿ofensas e insultos hacia la persona que los profiere? ¿Dónde, entonces, le quedó Harvard y Oxford? Para refutar estas pruebas ¿Por qué no son entregadas a autoridades competentes encargadas de juzgar, en vez de tomarse en sus manos la justicia y hacer de un problema personal un problema nacional? ¿Por qué obstruye y ataca la rama judicial del país que está investigando el “chicharrón” de la parapolítica, en el que casualmente, está involucrada la mayoría de su cúpula de gobierno? ¿Cuál es el miedo a que investiguen? Por qué la manera en que se refiere a sus opositores (si es que le quedan) es tan vulgar y grotesca, cultivando odio hacia la diferencia y todo lo que se le parezca? ¿Es que no tiene más a que referirse sino al pasado de las personas, ofendiéndoles en su calidad de seres humanos? En síntesis ¿por qué no tiene argumentos válidos?
Si bien es cierto, las diferencias y los intereses existen, el punto de debate es la manera cómo se asumen las personas frete a la diferencia. Una cosa es que haya diferencias y se debatan y otra muy distinta es que por el hecho de opinar algo diferente a lo propio, se insulte y degrade públicamente creando así un malestar general de polarización en el país entre los que están y los que sencillamente no están de ningún lado sino que piensan diferente. El actual gobierno olvidó por amnesia eterna y conveniente, la pluralidad que predicaba en los anales de su posesión.
Volviendo a la oposición, queda más que demostrado que el gobierno es de todo menos pluralista. Bastante diciente la forma en que el mandatario colombiano refuta los hechos que lo involucran negativamente y que pesan por sí mismos.
De hecho “si no puedes con tu enemigo únete a él” o “divide y reinarás” al parecer son las riendas con las que se está manejando este país. Y como no se pudo acabar con la oposición, se filtró (o al menos eso quieren hacer ver) con las aguas de la corrupción a una parte de la misma.
La pregunta para reflexión es ¿Por qué la defensa del presidente es visceral y no de contenido?
Elisabet Amor Romero
Anónimo Said,
me parece interesante tu mirada acerca de (aunque no lo nombras explicitamente) la construcción de la opinión pública en el país.
la argumentación, que juega un papel importante en el diálogo entre sociedad y realidad, debería ser de análisis más continuos y aislados de sectarismos políticos.
Posted on 24 de abril de 2009, 16:45
Anónimo Said,
um el arte de argumentar debe ser la base de la sociedad pluaral donde la idea es veder la mejor postor y no de convencer con criterio y verdaderos argumentos
Posted on 25 de abril de 2009, 15:35
Anónimo Said,
Pienso, respetando tu escritura que es unica en cada ser, que este tema es ya trillado, tal vez te ayuda buscar un tema desconcido y te da apertura a otro niovel aun politico o socila.
Quien te quiere
Bendiciones
Posted on 11 de junio de 2009, 19:18